Investiga lo más que puedas el historial del vehículo, incluyendo los registros de mantenimiento si los tiene, los informes de accidentes y cualquier problema mecánico que haya tenido anteriormente (esta información puede ser difícil de obtener pero haz el intento). También es importante verificar que la información que proporciona el vendedor coincida con la que aparece en los documentos del vehículo, como el título de propiedad y la placa de matrícula, esto es número de chasis, si tiene número del motor también revisa, cantidad de puertas, año, marca, modelo. Si puedes consultar el vehículo en la DGII será lo mejor y así confirmar que es correcto todo lo relacionado con la matricula.
Habla con el vendedor y hazle preguntas sobre el historial del vehículo, su condición actual, su kilometraje y cualquier otro detalle importante. También puedes solicitar fotos adicionales del vehículo y programar una cita para verlo en persona. Es bueno siempre preguntar las razones de venta quizás varias veces en todo el proceso para ver si mantiene la misma respuesta.
Por razones obvias debes siempre revisar bien lo que vas a comprar, trata de dar una prueba de manejo, si no tienes mucha experiencia manejando busca alguien que sí y también que sepa detectar fallas en el funcionamiento, todo eso antes de completar la compra y realizar el pago.
Si es posible, lleva el vehículo a un mecánico de confianza para que realice una inspección técnica completa. Esto te ayudará a detectar cualquier problema mecánico que pueda no ser visible a simple vista.
Si decides comprar el vehículo, asegúrate de realizar el pago de manera segura, lo más prudente es y recomendable es terminar el proceso en un banco, ya sea vía transferencia o depósito, o cheque certificado donde quede constancia de ese movimiento de uno al otro.